No sé si a vos te pasa, pero yo, a pesar de que procuro organizar mis tareas diarias, muchas veces al final del día termino sintiéndome frustrada y culpable por no haber podido hacer todo lo que tenía planeado.
Y creo que las mujeres por el solo hecho de ser mujeres, sentimos culpa una gran parte del tiempo cuando algo no sale como lo planeamos.
Desde el 2016 trabajo el 100% de mi tiempo en casa, en ese momento vivía con mis papás y mis hermanos, trabajaba todo el día en mi cuarto a la par de la cama con un mueble viejo de una máquina de coser y una silla del comedor que improvisé como área de trabajo en lugar de un escritorio.
Y en ese entonces como hija, las tareas del hogar no eran mi responsabilidad (que descaro el mío) pero en general mi mamá se encargaba de hacer todo lo de la casa, así que básicamente mi tiempo era organizar mi día de trabajo, mis actividades personales y ver a mi novio, que es mi actual esposo.
Sin embargo a finales del 2017 cuando me casé, la vida se volvió una carrera contra reloj donde tenía que barajar mi tiempo entre el trabajo, las tareas del hogar, mis actividades personales, tiempo de pareja y descansar. Y en el 2019 cuando quitaban el agua todo el día, todos los días, las mañanas se convertían en un maratón para lograr lavar, ordenar y limpiar todo lo que había quedado sucio del día anterior, antes de las diez de la mañana, que nos volvían a quitar el agua por racionamiento en el verano.
Hubo momentos en los que tenía que enviar cotizaciones, contestar llamadas de clientes mientras lavaba platos y echaba ropa en la lavadora. Y aunque no suene a tragedia griega, muchas veces la frustración de no poder salir adelante con todo se apoderaba de mi.
Pero un día mi esposo me dijo: — si usted fuera a trabajar a un lugar, se iría desde las 6 de la mañana y regresaría hasta las 7 u 8 de la noche, y en todo ese tiempo no podría lavar platos, recoger, cocinar, o hacer otra cosa de la limpieza, y no se sentiría culpable por no hacerlo porque anda trabajando, así que no se sienta mal por dedicar su tiempo a hacer lo que realmente debe hacer.—
Y bueno, debo admitir que cambiar el chip es complicado, sin embargo de alguna forma eso me dio un poco de tranquilidad o paz respecto a las labores del hogar. Ahora si necesito salir, sentarme a trabajar en la computadora o hacer algo importante, los platos sucios se pueden quedar ahí y esperar para después. Sin embargo en mi casa procuramos mantener un equilibrio entre la limpieza y el trabajo, pero aún así, hay días en las que todo se desordena solo.
Y es que ahora con todo lo del confinamiento, muchas mujeres en todas partes del mundo han tenido que barajar su tiempo entre el hogar y el trabajo; todas con realidades, familias y retos distintos, a los cuales enfrentarse todos los días, y a esto hay que sumarle los vendedores ambulantes o el carro que recoge chatarra que pasa con un megáfono, justo cuando estamos en una llamada de trabajo.
Pero al final, entre todas las tareas del trabajo, la casa, la familia, el tiempo de pareja y el tiempo para nosotras, lo que realmente importa, es que al terminar el día podamos sentirnos en paz y campeonas por haber sobrevivido y disfrutado un día más de vida.
Videos, consejos, tips y métodos para ser más productivas hay montones en internet, ya sea en la vida normal o en la nueva normalidad que el confinamiento ha traído, al final, de todos esos consejos hay que agarrar lo que mejor se aplique a nuestro estilo de vida y hacerle los ajustes necesarios para poder cumplirlos en la medida de lo posible.
A mí me gusta trabajar por bloques de tiempo y me ayudo con la aplicación de Calendario que trae el celular o la de Google que también puedo verla en la computadora.
De esta forma puedo asignarle un tiempo a cada tarea que quiero realizar. Por ejemplo si voy a lavar los 2 baños de mi casa, puedo asignar 1 hora de la mañana y puede ser que dure más o que dure menos, pero al tenerlo anotado en un formato digital puedo ajustarlo en el calendario y acomodar el resto de las tareas siguientes.
Y como siempre hay imprevistos muchas veces lo planificado no sale al 100%, pero en lugar de sentirme mal puedo correr la tarea al día siguiente o para cuando sea conveniente.
Yo misma puedo crear mi método y poner colores a las diferentes actividades, crear diferentes recordatorios y cuando no encuentro tiempo para algo, pero quiero hacerlo, la app de Google me permite desarrollar metas y encontrar espacios dentro de mi agenda para cumplir con las metas que quiero hacer, pero que a veces no encuentro el tiempo para hacerlas.
Sin embargo, si hoy no pudiste terminar una tarea, TRANQUILA, mañana tendrás más tiempo para hacerlo. Si la cocina, la casa, los niños y hasta el esposo no están impecables, TRANQUILA, esas tareas son de nunca acabar y de hambre nadie se va a morir, mientras en la refrigeradora o la alacena haya algo práctico que comer.
Dejemos la culpa para cuando realmente debamos sentirla, pero con la carga y los retos del día, no es sano que la frustración se apodere de nosotras.
El día solo tiene 24 horas y de esas 24, mínimo deberíamos dormir 7 para que nuestro cuerpo y mente descansen como se debe, si trabajás de 8 de la mañana a 6 pm, ahí utilizás 10 horas de tu día en producir económicamente tu sustento, así que las poquitas horas que quedan “libres” al día, no las desperdiciés sintiéndote mal o culpable por no poder estirar el tiempo.
Y si a pesar de todo en la noche te seguís sintiendo mal, te invito a que hagás una lista enumerando absolutamente todo lo que hiciste durante el día y el tiempo aproximado que duraste haciéndolo, y ya sea que tuvieras que trabajar para generar dinero o trabajaras en casa para generar la paz que produce un hogar limpio y ordenado, todo cuenta y ninguna tarea es menospreciable.
Como te dije al principio, muchas veces me siento frustrada y culpable por no cumplir con todo lo que tenía planeado, sin embargo, yo misma, en mi amor propio, todas las veces que me siento así, debo recordarme hacer esta lista y sentirme mejor y productiva por todo lo que hice durante el día, aunque no todo sea trabajo y produzca dinero.
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Chaoooo
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